El patrimonio artístico de la Facultad de Artes y Diseño comenzó a reunirse desde la fundación de la Academia de San Carlos en el año de 1783 y aún antes cuando llegó a México Jerónimo Antonio Gil en 1798 que traería consigo el conjunto fundacional con estampas esculturas, piezas numismáticas, libros e instrumentos. A lo largo de su historia la institución ha conjuntado bienes artísticos en número mayor a 70, 000 piezas, muchas de ellas de excepcional mérito artístico e importancia histórica. Su integración ha tenido como principal fuente la compra de obras modélicas para el proceso de la enseñanza y la selección de obras producidas por profesores y alumnos de la propia institución.
Algunas de estas colecciones son las más completas que existen en el país. Están clasificadas en los siguientes grupos:
Es esta la colección más numerosa y la que ha tenido incremente permanente y constante desde la fundación de la Academia hasta nuestros días. hasta. El desarrollo académico y criterios de valoración estética determinaron la adquisición de piezas modélicas, representativas de la historia universal de la estampa. Es el conjunto más amplio y representativo. Incluye este grupo planchas de grabado correspondientes a diferentes etapas del establecimiento.
La colección de dibujo inició a la par de la instalación de la Escuela provisional de dibujo en 1781. Al ser la disciplina básica para la educación artística, en los acervos se conserva una gran cantidad de trabajos de alumnos y profesores que cubre el desarrollo entero de la institución.
El acervo escultórico de la Antigua Academia de San Carlos se integró en diferentes periodos históricos de la institución. Jerónimo Antonio Gil trajo consigo doce bustos en yeso. En 1791, Gil y la Academia compraron una importante remesa de esculturas realizadas ex - profeso en la Academia de San Fernando de Madrid. Este envío fue conducido por Manuel Tolsá.
A mediados del siglo XIX se integró al acervo académico otra gran remesa de vaciados; esta dotación fue resultado de la petición del Maestro Manuel Vilar, director de escultura y del interés renovador del entonces Presidente de la Junta Directiva, José Bernardo Couto.
La tercera remesa importante se dio hacia los primeros años del siglo XX con la intervención del Director Antonio Rivas Mercado, el arquitecto Carlos Lazo y el Director de Escultura Enrique Alciati.
El Acervo numismático resguarda escayolas, monedas, medallas y troqueles que abarcan las diferentes etapas de desarrollo del arte del grabado en en hueco. Un número importante corresponde a la obra del propio Gil y sus alumnos en la primera etapa de la Academia. Otro conjunto está compuesto por los productos del proceso de enseñanza y prácticas a lo largo del siglo XIX. De particular interés son los relieves en cera, parte del proceso técnico de la producción de medallas.
Del XX se conservan medallas religiosas y conjuntos de papel moneda del período revolucionario.
La colección fotográfica de la Antigua Academia de San Carlos tiene su origen en la gestión del director de Arquitectura, el Italiano Javier Cavallari que llegó en 1852 y trajo consigo una serie fotográfica de construcciones europeas para auxiliarse en sus clases. Paralelamente varios académicos, como Antíoco Cruces, Luis Campa, Manuel Buenabad y Eficio Caboni, se involucraron en lo que entonces era un nuevo arte y comenzó así en nuestro medio la valoración estética del procedimiento, se integraron obras de artistas como Desirée Charnay y Carleton Watkins. El acervo fotográfico se incrementó significativamente con la disposición legal del registro de propiedad artística, para asegurar legalmente los derechos de sus autores.
En 1903 con el arribo de Antonio Rivas Mercado a la dirección de la Academia en y de Antonio Fabrés a la dirección de Pintura se incrementó la importancia de la fotografía como auxiliar en la docencia y como expresión artística.
La Academia configuró la colección pictórica más importante del País misma que le fue enajenada por el decreto de creación del INBA. La pintura colonial fue trasladada primero a la Pinacoteca Virreinal en 1964 y en el 2000 al Museo Nacional de Arte. Con la pintura europea se formó el Museo Nacional de San Carlos instalado en el Palacio de Buenavista en 1968.
Una nueva colección habría de iniciarse con la donación de autorretratos de profesores organizada en . Recientemente se han agregado la de escultura pública monumental, la de objetos de arte conceptual como el conjunto “Melquiades Herrera”, piezas de José A. Gómez “El Hotentote”, así como obra de Antonio Salazar Bañuelos y del Taller de Documentación Visual.